4.2. Estrategias de comunicación social
Si en las herramientas de comunicación personal poníamos énfasis en la necesidad de llegar a nuestro receptor siguiendo unas normas propias de la herramienta, en el caso de los medios sociales incluso tenemos que ser más cuidadosos con el cumplimiento de estas normas, por cuanto el público potencial es más amplio y las opciones de difusión de los mensajes más numerosas. En la tabla siguiente presentamos los criterios desde los cuales podemos analizar los social media:
Alcance | La difusión a través de las aplicaciones de Web 2.0 les ofrece un alcance potencial muy amplio. |
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Interacción | Intercambio bidireccional o multidireccional de la información entre los usuarios. |
Accesibilidad | Cualquier usuario puede acceder, creando y compartiendo contenidos. |
Usabilidad | No hacen falta conocimientos ni ser expertos para publicar los contenidos. |
Actualización | La información se transmite de forma sencilla y rápida y se actualiza ante cualquier cambio. |
Edición | El contenido es editable y se puede enriquecer por las aportaciones de los autores o de los comentaristas. |
La democratización del acceso a las herramientas 2.0, que convierten a los usuarios en consumidores y creadores de contenidos en un proceso en que ambos roles se suceden sin solución de continuidad, ofrece enormes posibilidades comunicativas pero también evidentes riesgos por las dificultades de controlar todos los actos comunicativos que llevamos a cabo diariamente en múltiples plataformas. Así, tenemos que saber gestionar nuestras cuentas de usuario de manera habilidosa, para evitar malentendidos o errores de difícil solución. Sabemos que en la Red, aunque intentemos borrar un contenido, este seguramente permanecerá porque alguien lo habrá guardado antes. Es por eso que triunfan aplicaciones como Snapchat, en las que el contenido se puede visualizar en un tiempo limitado y se autodestruye posteriormente.
Se podrían enumerar algunas reglas que pueden ser útiles en nuestras estrategias comunicativas en sitios de redes sociales y similares:
- Leer la política de privacidad y las condiciones y términos de uso de la aplicación: a menudo no lo hacemos y nos podemos llevar sorpresas desagradables, como la pérdida de control sobre nuestras imágenes y vídeos.
- Configurar las opciones de privacidad: podemos elegir quién queremos que visualice nuestro contenido publicado.
- Permitir o no la interacción: en los blogs podemos activar o desactivar los comentarios, o bien moderarlos para evitar que aparezcan contenidos desagradables o inadecuados.
- Pensar antes de publicar: tenemos que ser conscientes de que nuestras publicaciones pueden llegar a una audiencia grande, por eso es preciso que nos demos cuenta de que cierta información privada nos puede comprometer y que, ante la duda, es mejor no publicarla.
- No poner en peligro nuestra reputación: hay que separar lo que pertenece al entorno corporativo o de trabajo de lo que es meramente personal.
- Seleccionar con criterio nuestros contactos: no hay que aceptar las solicitudes por el simple hecho de ganar popularidad.
- Escribir de manera correcta: los sitios de redes sociales no son un chat.
- Pensar a qué audiencia nos dirigimos en cada momento: saber qué tipo de contenido es más atractivo en función de nuestro público.
- Compartir contenidos interesantes: el sharismo tiene que ser muy visible, y los sitios de redes sociales nos ayudan en este cometido.
- Aplicar la norma de no hacer en las redes sociales aquello que no haríamos en el mundo offline: publicitar un viaje personal no es conveniente si no controlamos nuestros contactos.
La separación entre el ámbito personal y el profesional tiene que ser muy clara, puesto que en caso contrario puede dar lugar a equívocos. Por esta razón no es recomendable darnos de alta en una red social con nuestra cuenta de correo del trabajo y tampoco lo es publicar en una cuenta profesional asuntos personales. Tenemos que recordar que en la Red nos mostramos de acuerdo con nuestra marca personal o corporativa y tenemos que ser coherentes al hacer uso de una o de otra.
Podemos encontrar diferentes herramientas en el marco de los medios sociales y las podemos clasificar siguiendo varios criterios:
- Herramientas para la comunicación
- Blogs: dietarios personales en línea para publicar reflexiones, ofrecer informaciones misceláneas, presentar productos, etc., normalmente con el contenido más reciente en la parte superior de la página. Ejemplos: Blogger, WordPress.
- Microblogging: híbrido entre blogs y redes sociales en que se publican mensajes breves con informaciones puntuales y se comparten contenidos, favoreciendo la interacción. Ejemplo: Twitter, Tumblr.
- Redes sociales de geolocalización: servicios para compartir nuestra posición geográfica, con comentarios incluidos. Ejemplo: Swarm. Twitter y Facebook también nos pueden ofrecer información de este tipo.
- Redes sociales en línea (o servicios de redes sociales): permiten el establecimiento de relaciones entre personas y/u organizaciones. Se pueden crear redes privadas o públicas y de intereses variados (personales, económicos, profesionales, de ocio, fotográficos, etc.). Ejemplos: Facebook, Instagram, LinkedIn, Pinterest.
- Foros: a pesar de ser una herramienta existente antes de la Web 2.0, las conversaciones y debates en línea sobre diferentes temas son comunicativamente muy potentes.
- Herramientas para la colaboración
- Wikis: espacios que contienen información generada colaborativamente y que puede ser editada por cualquier miembro. Ejemplos: Xwiki.
- Marcadores sociales: guardan las direcciones de sitios web que pueden resultar relevantes y las etiquetan a través de la folcsonomía, compartiéndolas. Ejemplos: Delicious, Diigo. Los gestores de referencias bibliográficas también gestionan tags y fomentan el trabajo en grupo (Zotero, Mendeley).
- Agregadores de noticias: espacios de noticias que combinan marcadores sociales, blogging y sindicación. Ejemplos: Digg, Menéame, La Tafanera. También tenemos los espacios de curación de contenidos, como es el caso de Scoop.it.
- Sistemas de gestión de contenidos (CMS, Content Management System): aplicaciones para gestionar sitios web de forma descentralizada, separando diseño y contenido. Pueden contener también extensiones o plugins de cariz social. Ejemplos: Joomla, WordPress.
- Gestión de documentos en línea: inspirados en la computación en la nube (cloud computing), permiten compartir documentos con cualquier usuario (texto, hojas de cálculo, presentaciones, etc.). Ejemplos: Google Drive, Dropbox, One Drive, Box.
Actualmente hay un debate sobre la responsabilidad social de estos medios, dado que los medios tradicionales (mass media) tienen que rendir cuentas de acuerdo con las leyes y del interés público de sus actividades. Los medios sociales, como son de implantación reciente, no están obligados a responder de sus actividades de publicación y son percibidos como un lugar que no se somete a regulaciones sobre responsabilidad social.
Iniciaremos nuestro análisis con los foros (una herramienta no propiamente 2.0, pero de alcance social) y los blogs, pioneros en este nuevo paradigma comunicativo.