4. La comunicación social. Social media

4.3. Foros y blogs

4.3.2. Los blogs

Un blog es un conjunto de páginas web creadas con un sistema de edición y publicación intuitivo, divididas en unidades llamadas entradas o apuntes (posts), que se ordenan de forma cronológicamente inversa. Es interesante esta dimensión temporal del blog, que lo convierte en un producto que otorga a la actualización un gran valor y que puede utilizarse como canal de noticias, diario personal, boletín tecnológico, conjunto de reflexiones literarias, filosóficas o políticas, etc. La democratización de la comunicación que ha propiciado Internet ha tenido en la eclosión de los blogs uno de los hitos más destacados, convirtiéndose incluso en una nueva forma de periodismo capaz de mostrar hechos que los medios tradicionales silenciaban.

Históricamente, los primeros blogs tan solo eran listas de enlaces que ofrecían una prenavegación de la Red; con el tiempo, se ha destacado su carácter de diario interactivo y se ha convertido en un medio de comunicación en línea y un género discursivo con rasgos diferenciadores que, a pesar de haber perdido el empuje inicial con la llegada del microblogging y los sitios de redes sociales, sigue siendo un referente del mundo digital y una herramienta privilegiada para la comunicación en la Red.

Ejemplo de escritorio de administración de WordPress.com

En la arquitectura de un blog podemos mencionar las partes siguientes:

  • Dirección web: puede ser un dominio propio del autor, un subdominio en un servidor web corporativo o un dominio generado en un sistema de publicación generalista (Blogger o WordPress, por ejemplo).
  • Identificación del autor: puede aparecer la información en el perfil (frecuente en Blogger) o en una página o pestaña creada para la ocasión.
  • Entradas, apuntes o anotaciones (posts): son las unidades en que se divide el blog, cada una de las intervenciones o fragmentos del autor. Normalmente se ordenan con la más nueva en la parte superior de la página (orden cronológico inverso). Cada entrada posee título, enlace permanente a la URL del apunte, texto (con la opción de incorporar enlaces, muy empleada) y eventualmente imágenes y objetos multimedia incrustados (vídeos, audios, presentaciones, etc.). Hay marcador de fecha y hora de publicación, firma de autor, enlace a los comentarios y puede incluir retroenlaces y pingbacks. Otros elementos pueden ser las categorías y las etiquetas o tags. En la actualidad, la mayoría de las plantillas permiten compartir con las herramientas sociales más conocidas (redes sociales, microblogging, marcadores sociales, etc.).
  • Blogroll o listado de enlaces: es un conjunto de enlaces a otros blogs recomendados por el autor, facilitando la creación de comunidad y la interacción (con la máxima «te enlazo si tú me enlazas»).
  • Archivos históricos: las anotaciones se organizan por años y meses fácilmente consultables por enlaces automatizados.
  • Categorías: las que se han creado para clasificar los contenidos aparecen en una columna para facilitar la navegación.
  • Widgets (o gadgets): pequeñas aplicaciones que cumplen diferentes funciones en el blog (calendarios, listados de enlaces, vídeos, suscripción de usuarios, buscador, actualizaciones de redes sociales, etc.).
  • Fuentes RSS: a través de los archivos de metadatos, podemos sindicar los contenidos de cada blog y suscribirnos por medio de los lectores de feeds, programas para acceder a los titulares de los apuntes sin necesidad de abrir cada blog por separado.

Ejemplo de blog (WordPress.com)

Existen blogs meramente textuales, otros donde la imagen es lo más importante (fotoblogs), los que están estructurados en podcasts (archivos de audio compartidos) y los videoblogs (o vlogs), que se centran básicamente en vídeo. Lo más habitual, sin embargo, son los blogs híbridos, con microcontenidos variados en función de las circunstancias comunicativas.

Los blogs se pueden aplicar en diferentes entornos personales y profesionales (educación, periodismo, política, tecnología, literatura, etc.) y poseen una evidente capacidad para generar interacción (vía comentarios) con los autores. La ventaja de esta herramienta es que el administrador (o editor, depende del rol asignado) puede controlar los comentarios a través de la moderación y puede configurar el blog de acuerdo con la audiencia a la cual va dirigido. Además, el orden cronológico permite ordenar los contenidos, que también se pueden estructurar por categorías. Algunos de estos sistemas de publicación (WordPress entre ellos) gestionan muy bien las páginas y los menús, de tal manera que el blog se convierte en un producto fácilmente asimilable a un sitio web convencional con grandes posibilidades interactivas. Para favorecer nuestra estrategia comunicativa hay varias opciones:

  • Tener muy clara la audiencia a la que nos dirigimos.
  • Emplear una plantilla con la que nos sintamos cómodos y en la cual no resulte complicado navegar. Esta plantilla tendrá que ser compatible con los dispositivos móviles.
  • Establecer una política de enlaces que sea coherente con los contenidos.
  • Moderar preferentemente los comentarios para separar los más adecuados de aquellos que resulten inapropiados por no respetar las reglas de la netiqueta.
  • Enriquecer nuestros apuntes con imágenes y enlaces, siempre mejor que solo texto. Emplear recursos tipográficos (negrita, cursiva, subrayado).
  • Incorporar solo los widgets que sean estrictamente necesarios. Un blog muy recargado no invita a que lo visitemos.
  • Si incorporamos vídeos o presentaciones, incrustarlos correctamente con el código para que sean directamente visionados sin tener que abrir una página nueva.
  • Favorecer la compartición con los sitios de redes sociales a través de los botones correspondientes en cada anotación (y en los dispositivos móviles, también con los servicios de mensajería).

Botones de compartición (WordPress)

En resumen, podemos considerar los blogs una herramienta muy potente para comunicar, además de ser un subgénero literario en sí mismo y un creador de comunidad.