3. La comunicación personal

3.4. Los sistemas de mensajería electrónica: SMS, WhatsApp, Telegram, Skype, Facebook Messenger

3.4.3. WhatsApp

Se trata de la aplicación de mensajería instantánea que tiene más éxito en la actualidad, llegando a los 1.000 millones de usuarios (2016). Fue creada en 2009 por Jan Koum y en 2014 fue comprada por Facebook. En sus inicios, la aplicación era de pago para los usuarios de iPhone, que tenían que pagar un euro para descargarla, y después se introdujo un periodo de prueba de 365 días y una renovación anual de pago. El servicio ahora se ha vuelto gratuito. El nombre de la aplicación procede del juego de palabras con la expresión inglesa «What’s up?» («¿Cómo va?»).

Logo de WhatsApp

Fuente: <https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/1/19/WhatsApp_logo-color-vertical.svg/406px-WhatsApp_logo-color-vertical.svg.png>.

Utiliza el protocolo Extensible Messaging and Presence Protocol (antes Jabber), basado en XML, creando cada nombre de usuario a partir del número de teléfono. Los contactos se sincronizan con la agenda telefónica. Es una aplicación dependiente del uso del móvil, de tal manera que su uso se restringe al smartphone y, si queremos emplear la aplicación de escritorio (disponible para Windows y Mac OS X desde mayo de 2016 a partir del servicio existente WhatsApp Web para navegador), necesitaremos tener el teléfono conectado. Los mensajes de imagen, sonido y vídeo se envían compartiendo un enlace a un servidor HTTP.

La interfaz de WhatsApp es muy sencilla: al abrir nos aparecen los chats más recientes, tanto de usuarios como de grupos, con la posibilidad de ir al historial de llamadas de voz (disponibles desde abril de 2015) y a los contactos. En la parte superior podremos acceder a la opción de búsqueda (de texto en los diferentes chats), el icono para crear un nuevo mensaje y la configuración de la aplicación, con las opciones siguientes:

  • Grupo nuevo: posibilidad de crear un grupo y de administrarlo.
  • Nueva difusión: enviar un mensaje a diferentes usuarios, siempre que nos tengan en la libreta de direcciones.
  • WhatsApp Web: nos permitirá escanear el código QR para tener el WhatsApp en el navegador web o en nuestra aplicación.
  • Mensajes marcados: localiza los mensajes que hayamos destacado con una estrella.
  • Cambiar nuestro estado (con una frase ya estandarizada o la que nosotros elegimos).
  • Más opciones de configuración, de la cuenta (opciones de privacidad, seguridad, cambio de número de teléfono y opción para borrar la cuenta), de los chats (añadir línea nueva, tamaño de letra, cambio del fondo de pantalla, copia del chat, historial de chat), de las notificaciones (tono de las notificaciones, opción de notificaciones emergentes, sonido de llamada, vibración, etc.), uso de datos (bajar medios automáticamente o no, según 3G/4G, WiFi o roaming), opciones de ayuda y configuración de contactos.

Cada uno de los mensajes se puede marcar, borrar, copiar, pegar y reenviar. Podremos acceder también a la información, que nos mostrará cuándo ha sido entregado el mensaje y cuándo ha sido leído (indicado con el color azul característico):

Captura de la información del mensaje (Android)

Desde el punto de vista de nuestra actitud en la Red, no nos tenemos que obsesionar si el destinatario no contesta nuestro mensaje. El hecho de que lo haya visto no implica que lo tenga que responder inmediatamente. Si queremos, también podemos desactivar la confirmación de lectura (más abajo hablamos de ello).

En el WhatsApp también hay una opción para compartir medios, concretamente podemos hacer una foto o grabar un fichero de audio (estas opciones aparecen en la caja de texto), podemos subir un documento PDF, acceder a la cámara para decidir entre imagen y vídeo, a la galería para compartir una foto, elegir una pista de música o grabar audio, compartir nuestra ubicación (necesitamos tener activado el GPS) o uno de nuestros contactos.

Opciones de compartición de medios (Android)

Hay que tener presente que las fotos y los vídeos se presentan en formato muy comprimido, por lo cual es recomendable (si queremos editar las fotos o imprimirlas) enviarlos por correo electrónico o compartirlos a través de un sistema de almacenamiento en la nube (Dropbox, Google Drive, etc.).

Un punto que pasa desapercibido con frecuencia y que puede resultar muy útil en nuestras comunicaciones es el acceso a las opciones de privacidad (Configuración > Cuenta > Privacidad), que nos ofrecen controlar quién puede ver nuestra información personal, en torno a la última conexión, la foto de perfil y el estado (por defecto, indica todos, pero podemos restringirlo a nuestros contactos o a nadie. Desde aquí podremos bloquear contactos o desactivar la confirmación de lectura.

Opciones de privacidad (Android)

Como ya hemos mencionado más arriba, podemos guardar nuestras conversaciones, lo cual nos puede ser útil si queremos conservar alguna o si la queremos analizar. Nos dará también la opción de conservar o no los medios. Vamos a Configuración > Chats > Copia de los chats y veremos cómo nos puede crear una copia de seguridad de los mensajes, una copia local que podremos guardar en el Google Drive. Desde el historial del chat podremos elegir un chat personal o de grupo y enviarlo por correo electrónico, así como archivarlos, borrarlos o eliminarlos.

Uno de los motivos del éxito de WhatsApp, y que lo asemeja a los sitios de redes sociales, es la comunicación a través de grupos. Con esta aplicación es muy sencillo crear un grupo, administrarlo e interactuar. Para determinados proyectos puede resultar de gran ayuda, incluso en nuestros estudios en la UOC, pero no podemos olvidar que se trata de una forma de comunicación sincrónica y que, si aumenta el flujo de mensajes, puede resultar especialmente intrusivo, dado que lo llevamos con nuestro dispositivo móvil y es la principal aplicación en la mayoría de los casos. Podemos ofrecer una serie de consejos prácticos sobre el uso de esta funcionalidad:

  • Crear un grupo tan solo si es estrictamente necesario (para comunicación personal o tareas profesionales).
  • Salir de un grupo si este no nos aporta nada y no intervenimos en él.
  • Para mensajes similares a pocos usuarios, utilizar la difusión de mensajes.
  • No crear un grupo para tareas efímeras.
  • No excedernos en la compartición de medios, muchos pueden ser ruido informacional.
  • Mantener un respeto escrupuloso: los malentendidos se pueden amplificar en los medios digitales, y más si los mensajes son leídos por muchas personas.
  • No compartir en el grupo contenidos que puedan afectar a la privacidad de alguien.
  • No escribir lo que no diríamos directamente: nos sentimos más valientes cuando no vemos a nuestro interlocutor, hay que evitar esta sensación de impunidad.
  • Pensar antes de publicar contenidos en un entorno que ven muchas personas.
  • Ser transparentes, sinceros y evitar las críticas sin fundamento.