3. La comunicación personal

3.4. Los sistemas de mensajería electrónica: SMS, WhatsApp, Telegram, Skype, Facebook Messenger

3.4.1. Introducción

Después de analizar el correo electrónico, nos centraremos en uno de los servicios de más éxito en la actualidad, que ha llegado a desplazar a los sitios de redes sociales como aplicaciones más utilizadas: se trata de los servicios de mensajería electrónica o instantánea.

Se puede definir la mensajería instantánea como un tipo de chat en línea en tiempo real y basado inicialmente en texto. Hace falta un cliente de mensajería instantánea para hacerlo posible. Ejemplos del pasado fueron ICQ, Yahoo! Messenger, AOL Instant Messenger, MSN Messenger (de Microsoft), Google Talk, etc. En la actualidad tenemos una gran variedad de aplicaciones multiplataforma que se integran en los dispositivos móviles y que son muy populares: es el caso de WhatsApp, Telegram, LINE, Skype, Google Hangouts y Facebook Messenger, entre otros. En este apartado también analizaremos los SMS, sistema para enviar mensajes breves vía teléfono móvil.

Las estrategias comunicativas de los servicios de mensajería, como ya hemos apuntado, son diferentes a las del correo electrónico, aunque inicialmente se presentan como formas de comunicación uno a uno, pero que se dan en contextos diferentes y con entornos tecnológicos también distintivos. La ventaja de la mensajería radica en su funcionalidad y gran difusión. Son servicios gratuitos que se han convertido en móviles con el tiempo (el WhatsApp no lo podemos usar independientemente de un teléfono móvil) y que permiten una gran fluidez en el intercambio de mensajes. Además, han mejorado en la inclusión de diferentes formatos multimedia, lo cual ha contribuido en su gran facilidad para difundir y viralizar (solo hay que ver la profusión de imágenes y vídeos de humor que se comparten cada día).

¿Qué podemos encontrar en la mensajería instantánea que puede contribuir a optimizar los procesos de comunicación en el ámbito personal y profesional? Lo especificamos en la siguiente enumeración:

  1. La información del usuario y su estado (se puede acompañar de una imagen y de un texto alusivo a este estado). También podemos ver si está conectado, disponible o no. En el WhatsApp podemos saber si el usuario está en línea cuando entramos en su conversación.
  2. El listado de contactos individuales y de grupos.
  3. El listado de chats que hemos mantenido, tanto con personas como con grupos.
  4. Los marcadores temporales: podemos saber en qué momento se han escrito los mensajes.
  5. Los marcadores de recepción y de lectura del mensaje: podemos saber cuándo el usuario ha recibido el mensaje y en qué momento lo ha leído.
  6. Las opciones de responder y reenviar los mensajes, también las de copiar y pegar.
  7. Los tipos de archivos multimedia que podemos compartir, así como la política de enlaces (el enlace se puede mostrar tan solo en la URL o puede añadir más información).
  8. Los emoticonos o stickers disponibles (dependiendo de la aplicación, serán más o menos sofisticados).
  9. La posibilidad de integrar llamadas telefónicas por IP (Skype y WhatsApp son dos sistemas que lo permiten).
  10. La posibilidad de dar formato a los textos o de editarlos (en el Telegram esto último es posible).
  11. La configuración de las notificaciones (si lo hará en ventana emergente, el sonido que se activará, etc.).
  12. La opción en algunas aplicaciones de guardar las conversaciones en un archivo posteriormente analizable.

Facebook Messenger

Fuente: <http://static.igen.fr/img/2012/6/1340695945_igpic_final.jpeg>.

Hay que tener cuidado en el uso de la mensajería instantánea y sobre todo pensar antes de publicar; es un medio muy invasivo y puede dar lugar a malentendidos y a la presencia de mucho ruido informacional, por lo que hay que ser selectivo, tanto en las conversaciones individuales como en los grupos.